VINO JEREZ DULCE XIMENEZ ESPINOLA. EXCEPTIONAL HARVEST 75 cl.
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VINO JEREZ DULCE XIMENEZ ESPINOLA. EXCEPTIONAL HARVEST 75 cl.

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VINO JEREZ DULCE XIMENEZ ESPINOLA. EXCEPTIONAL HARVEST 75 cl.
Ximénez-Spínola es, sin duda, una bodega única, entre otras cosas porque trabaja únicamente la uva pedro ximénez, algo que no hace ninguna otra bodega en el Marco de Jerez. Dicha condición les ha valido la obtención de una acreditación especial por parte del gobierno español: "Denominación Varietal Pedro Ximénez de Acreditación Propia".

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VINO JEREZ DULCE XIMENEZ ESPINOLA. EXCEPTIONAL HARVEST 75 cl.
Ximénez-Spínola es, sin duda, una bodega única, entre otras cosas porque trabaja únicamente la uva pedro ximénez, algo que no hace ninguna otra bodega en el Marco de Jerez. Dicha condición les ha valido la obtención de una acreditación especial por parte del gobierno español: "Denominación Varietal Pedro Ximénez de Acreditación Propia".

Los vinos de Ximénez-Spínola son muy Jerez, pero también muy particulares. Se elaboran siguiendo métodos creados por la propia familia, distintos a los más habituales en la zona, pero al mismo tiempo conservan toda la magia de la albariza jerezana. Aún hoy, continúa siendo una empresa familiar que apuesta por la calidad y numera cada una de sus botellas exaltando la calidad que contienen.

Para elaborar el Exceptional Harvest se recolectan las uvas de pedro ximénez tres semanas después de su punto óptimo de maduración, lo que permite a la uva concentrar azúcares sin pasificarse en extremo. Los rendimientos son paupérrimos, obteniendo sólo 575 litros por tonelada de uva, pero el resultado compensa con creces dicho sacrificio.

El vino se cría durante cuatro meses con sus propias lías en viejas barricas de roble americano usadas anteriormente para el oloroso de la casa, adquiriendo parte de sus aromas y ganando elegancia y complejidad. Seduce al instante con su reluciente color dorado. En nariz el placer se multiplica, los membrillos y las flores abrazan los recuerdos cítricos y amielados; el jengibre y la pimienta blanca adornan la piel de naranja, las nueces y el cabello de ángel nos trasportan a la confitería de nuestra infancia. En boca es glicérico, graso y fresco a la par, con la sal y los hidrocarburos perfilando una silueta licorosa. El juego dulce-ácido-salado resulta tan emocionante, que ya en un último suspiro los toques amargos parecen no querer perderse la partida y se suman a una aromática mineral y elegante como pocas.

Referencias específicas